El Acuerdo de Schengen se celebró ya en 1985, pero no entró oficialmente en vigor hasta 1990. La primera aplicación práctica en las fronteras interiores no tuvo lugar hasta 1995, cuando se crearon las condiciones técnicas y jurídicas necesarias. Hoy existen acuerdos con 30 países europeos, aunque Bulgaria, Chipre y Rumanía sólo aplican partes del acuerdo.
Todos los Estados miembros juntos abarcan una superficie de 4,60 millones km² y unos 456,69 millones habitantes. Esto supone el 3,0% de la superficie habitable del planeta y el 5,8% de la población mundial.
El objetivo del Acuerdo de Schengen es simplificar la circulación de personas y viajeros en Europa. Así, en las fronteras interiores entre dos Estados Schengen ya no hay controles de personas y los viajeros pueden cruzar la frontera sin ningún esfuerzo. En el transcurso de la misma, los puestos fronterizos existentes hasta entonces fueron en gran parte suprimidos y en parte desmantelados y, a cambio, se intensificaron los controles fronterizos en las fronteras exteriores.
Por tanto, los ciudadanos de un país Schengen pueden circular libremente y sin trabas dentro de las fronteras de este acuerdo. Lo mismo se aplica a las personas que no son ciudadanos de un país Schengen, sino que sólo han entrado con visado. Este visado Schengen contiene una sección que es válida no sólo para el país expedidor, sino además para todos los Estados Schengen. Permite al titular permanecer en cualquier otro país Schengen durante 90 días en el plazo de medio año. Sigue siendo obligatorio llevar un documento de identidad o pasaporte (también para los ciudadanos de la UE).
Otros contenidos del Acuerdo de Schengen son los procedimientos comunes en materia judicial, de asilo, tráfico de drogas y cooperación policial. Además, se armonizarán las políticas de visados de los Estados participantes.
Países del Acuerdo de Schengen no pertenecientes a la UE
En un principio, el acuerdo sólo estaba destinado a los países de la Unión Europea. Mientras tanto, sin embargo, otros países también aplican el acervo de Schengen. Se trata de Noruega, Islandia y Suiza.
Además de los Estados miembros oficiales, el espacio Schengen también incluye otros Estados pequeños que no tienen controles fronterizos con sus países vecinos. Se trata de Andorra, Mónaco, San Marino y el Vaticano. Debido a la situación interna de estos países, no existen fronteras exteriores, por lo que no son necesarios los controles fronterizos. Se han alcanzado acuerdos entre Gibraltar y España que facilitan el tráfico fronterizo pero no evitan el control de pasaportes.
Irlanda y el Reino Unido aplican parcialmente el acuerdo, pero no son miembros regulares del espacio Schengen. La cooperación con estos dos países existe desde el 29 de mayo de 2000. Sin embargo, sigue habiendo controles fronterizos.
Zonas exteriores dependientes
Algunos de los Estados miembros mencionados tienen otros territorios exteriores que dependen de ellos. Aunque no son estados independientes, tienen cierta autonomía económica y política. Los tratados celebrados por los Países Schengen les son aplicables, al menos en parte. Sin embargo, estos países no figuran en la lista como países miembros oficiales.